Fragmento de la carta aquella...

No sé.

Que si sí, que si no.

Que mañana estoy bien, pero hoy no.

Que no puedo escribir ni reir ni gritar, ni puedo tener orgasmos. Que no soy yo, pero tampoco soy otra.

Que han sido días raros, con tardes bermellón y que en medio de mi incomodidad quiero encontrar la bala perdida, las tablas rompiendo mi cuello, el cubo de pintura quebrando mi cabeza, el autobús arrollando mi bofo cuerpo y, veo de frente al payaso de rasgos exagerados burlándose de la situación, de los intentos de autodestrucción que nunca son suficientes para propiciarme un fin y un agente externo es el que llega a aniquilarme.

No sé.

Que mañana estaré bien, pero definitivamente, hoy no quiero estarlo.